En México pervive una leyenda relacionada con la posible existencia de duendes, que se mantiene muy viva en el municipio de Huasca de Ocampo, en el Estado de Hidalgo, donde se conservan trenzas hechas supuestamente por los duendes. Existe una tradición ancestral que asegura que seres del mundo feérico, es decir, hadas, gnomos y duendes, estarían conviviendo con el ser humano en esta región de la República Mexicana. Según los estudiosos de estas leyendas, los seres mágicos viven, junto a la humanidad, en el planeta Tierra, aunque en planos diferentes al nuestro. Antiguos relatos medievales, especialmente de zonas del mundo como Reino Unido, explican que hubo un tiempo, hace siglos, en el que la relación entre los humanos y estos seres era mucho más cercana. Sin embargo, el progresivo alejamiento del ser humano en relación a la naturaleza y a la Madre Tierra, habrían provocado la decisión de apartarse de nosotros, aunque se mantengan cercanos al resto de seres vivos de la Tierra.
Como decía al principio, en Huasca, en Hidalgo, la investigadora Cristina Cortés de Herwing creó el “Museo de los Duendes” para dar a conocer los estudios sobre esta cuestión que ha podido realizar en la zona. Según la experta, los pobladores locales le refirieron muchas historias relacionadas con duendes y, además, ella pudo vivir experiencias en primera persona. Asegura que en en su rancho, donde criaba caballos, por la mañana aparecían los animales con sus crines decoradas con columpios y con trenzas, en ocasiones muy complicadas de hacer. Tras muchas pruebas e investigaciones, concluyó que podría ser obra de estos seres de energía de los que hablan tantas y tantas leyendas en todo el mundo.
Lejos de considerar que podía tratarse simplemente de nudos en el pelo creados de forma natural al rozarse o acostarse en el establo, se percató de que estas elaboraciones eran complejas y que no podían ser fruto de la casualidad pues, si tuvieran un origen natural, aparecerían en toda la crin, y no solo en áreas muy concretas, cuando el resto del pelo está perfectamente ordenado. Y, según mis últimas indagaciones, este tipo de hechos no solo estarían ocurriendo en México, si no también en algunas zonas de Estados Unidos. En los últimos días ha contactado conmigo Luis Antón, quien trabaja en un rancho de Texas. Luis ha observado que los caballos de este rancho también aparecen por la mañana con elaborados columpios y trenzas. ¿Qué entidad es capaz de acercarse tanto a un caballo, sin que el animal se ponga nervioso, y realizar este tipo de elaboraciones en su pelo? En las fotografías que Luis me ha compartido para que puedan ser observadas por los lectores, aparecen estas creaciones tanto en las crines como en las colas de los caballos. Además, explica que se van incrementando: por ejemplo hay un caballo que primero tenía una, y ahora ya tiene tres. Las trenzas que más llaman la atención de Luis son las que aparecen en la cola: “lo curioso es que todas a la misma altura y con el mismo estilo. Tienen adornos de hojas de eucaliptos y aquí en el rancho no existe los eucaliptos”, asegura.
Recientemente, uno de los caballos que tenía una de las elaboraciones más perfectas, enfermó y tuvo que ser sacrificado. La noche antes del sacrificio, el adorno desapareció del pelo del animal, algo que sorprendió mucho a nuestro informante. ¿Será que estos seres estuvieron acompañándole en su última noche de vida y le quitaron el adorno para su marcha de este mundo? Desde luego, es un asunto fascinante que debería ser investigado más en profundidad, a pesar de que en nuestra descreída sociedad del siglo XXI sea algo impensable. Pero ahí están los hechos.
Los días 25 y 26 de noviembre estaremos con un grupo de yohaneros en Huasca de Ocampo conociendo las evidencias sobre duendes. Si quieres unirte al grupo envía whatsapp al +52 55 3191 0484 (pulsa aquí para mayor información).