Yohanan Díaz Vargas
A lo largo de la carrera espacial, los países involucrados se han enfrentado a fenómenos más allá de las cuestiones técnicas de cada una de las misiones: avistamientos de objetos anómalos tanto dentro como fuera de nuestra atmósfera. Esto ha sido impactante para ellos, considerando que se jactan de tener la tecnología más avanzada y sofisticada. Sin embargo, esta noción se ve cuestionada por la presencia de artefactos que aparentemente no son de origen terrestre. Tanto Estados Unidos como Rusia, en la actualidad, parecen haber tenido encuentros con estas inteligencias alienígenas, aunque por razones de seguridad, no han compartido esta información abiertamente.

Un ejemplo notable se remonta al 3 de noviembre de 1957, cuando se lanzó el Sputnik 2 desde el cosmódromo de Baikonur, llevando a la perra Laika a bordo. Testigos recuerdan que ese día, aproximadamente una hora antes del lanzamiento y a cierta distancia de las instalaciones, apareció un objeto extraño: inmóvil y luminiscente. Esta esfera suspendida en el aire a baja altitud es descrita en el libro “Expediente Soviet UFO“, escrito por los investigadores Paul Stonehill y Philip Mantle. Estos investigadores han recopilado selectivamente documentación secreta y confidencial de los últimos años sobre avistamientos Ovni en Rusia y la ex Unión Soviética.
La historia del programa espacial ruso incluye informes donde sus cosmonautas han observado fenómenos extraños. Según esta publicación, decenas de cosmonautas habrían tenido contacto visual con objetos voladores no identificados que parecían mostrar comportamiento inteligente tanto en el espacio exterior como en la atmósfera terrestre. Un ejemplo citado en el libro involucra a Pavel Romanovich Popovich, quien se convirtió en cosmonauta en 1960 y participó en varios vuelos espaciales. En enero de 1978, informó haber avistado un objeto triangular de color blanco sobre la isla de Cuba. Popovich alertó a otros pasajeros y tripulantes, quienes también avistaron el objeto.

En la sección “Los secretos de la quinta expedición” dentro del capítulo VII, “Cosmonautas, naves espaciales y OVNIs“, se detalla un encuentro que tuvo lugar durante el viaje al espacio exterior del comandante Vladimir Vasilyevich Kovalenok y el mecánico de vuelo Víctor Petrovich Savinykh del 14 al 18 de mayo de 1981. Durante este período, tuvieron un encuentro con seres extraterrestres y lograron grabar sus observaciones. La filmación muestra a los alienígenas saliendo de su nave espacial sin trajes de protección ni mecanismos de respiración aparentes. Flotaban cerca de su nave y luego se alejaban.

Después de regresar a la Tierra, los cosmonautas mantuvieron una reunión secreta de alto nivel en Moscú, en el edificio del Gosplan. Georgy Timofeyevich Beregovoy, jefe de los programas de entrenamiento, presentó el informe ante un grupo de 200 personas que incluía líderes del Partido Comunista, científicos, expertos en exploración espacial y miembros de la Comisión de Estudios de Ovnis, encabezada por Pavel R. Popovich. En esta reunión, se mostró la filmación tomada por los cosmonautas, dejando asombrados a todos los presentes.
Es importante recordar que Kovalenok ya había avistado previamente un objeto ovoide ardiente que se movía perpendicularmente a su nave y había tenido dos explosiones. Aunque inicialmente se pensó que ocurrió sobre Ciudad del Cabo, Sudáfrica, el contexto cambia significativamente al conocerse esta reunión secreta.
“Expediente Soviet UFO” también aborda diversos avistamientos, documentos oficiales y confidenciales de la KGB, los primeros informes de la policía zarista, el evento de Tunguska, la obsesión de Joseph Stalin por los platillos voladores, incidentes inquietantes con OVNIs durante las guerras de Chechenia y los intentos misteriosos de la Unión Soviética por estudiar la pequeña luna Fobos de Marte.