El 2018 terminará con un incremento en el número de avistamientos ovni, la desclasificación de documentos, y con el acercamiento general de Fuerzas Aéreas de diversos países interesadas en investigar; su objetivo es dar una explicación a cada uno de los incidentes que se les reporta y que, en la mayoría de los casos, se tiene lectura en radar, así como verificación ocular.
Yohanan Díaz Vargas, @yohanandiaz. Dentro de las instancias de aeronáutica civil y militar hay una preocupación por los misteriosos objetos voladores no identificados; de aparente consistencia metálica, no presentan ningún tipo de ala, hélice, turbina, alerones o algo parecido para sustentarse en el aire. Los pilotos refieren que realizan movimientos imposibles de hacer con los aviones actuales; desde luego, estaríamos hablando de una tecnología superior. La pregunta inmediata que surge es: ¿Quién los conduce? ¿Cómo están construidos? ¿Qué tecnología emplean?

El controlador de tráfico aéreo del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Enrique Kolbeck, aseguró que son diversos los incidentes que se han registrado, aunque no son comunes, ni constantes, pero sí recuerda algunos de los casos que lo han marcado en su profesión. “Hace unos años llegaban dos aviones por la pista 23, ellos entraban por el área de Otumba (Estado de México). Entre las 20:00 y 21:00 horas reportaron una luz roja que los rebasó. Una de las aeronaves reportó que vio esa luz, pero también observó dos luces más de color blanco que se dirigían al aeropuerto. Cuando el personal que se encontraba laborando se enteró, salieron para mirar e identificar a aquellos objetos. En sus puestos de trabajo permanecieron los controladores que rectificaban la información“.

Kolbeck nos mencionó que fueron momentos de nerviosismo ante unos extraños artefactos luminosos no identificados que estaban sobre la aerovía empleada por los aviones. Fueron minutos de preocupación, ya que no sabían de qué se trataba o de quiénes eran esas aeronaves reportadas: “estábamos en la torre de control cuando vimos la luz roja que pasó frente a nosotros con rumbo a los volcanes; segundos después, se desplazó al área del Nevado de Toluca, y las dos luces blancas restantes pasaron por encima del aeropuerto, iluminándolo, y se dirigieron hacia el Cerro de la Estrella, que se encuentra a tres o cuatro millas. En ese cerro comenzaron a brincar y a hacer unas maniobras rarísimas“.
Éste hecho fue visto por controladores aéreos, personal de torre de control, autoridades del aeropuerto, etc. En total, “estábamos reunidos cerca de 30 personas y también teníamos detección en radar, realmente fue todo un show“, testificó el especialista.

Kolbeck nos afirmó que “lo preocupante es el constate reporte de ovnis sobre distintos aeropuertos de México que hasta la fecha no se les puede dar una explicación”. Así mismo, los radares del aeropuerto capitalino han detectado la presencia de extraños objetos voladores sobre las coordenadas que corresponden al cráter del volcán Popocatépetl; cuando este presenta una gran actividad y se da expulsión de material incandescente, se trata de algo muy peligroso para cualquier aeronave: “son objetos que duran algunos minutos sobre el cráter y en medio de las fumarolas“, a lo que los controladores activan los protocolos de seguridad y se dan cuenta de que, unos minutos después, estos objetos se desplazan lentamente y desaparecen de la pantalla.

LA PREOCUPACIÓN ES LATENTE
Objetos que sobrevuelan el espacio aéreo mexicano sin identificarse, que no se sabe qué sean, ni quién los conduzca, y que en cualquier momento pueden comprometer las operaciones de despegue o aterrizaje de los aviones que llegan de diversas partes. Si leemos las cifras oficiales del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez”, que están publicadas en su página oficial, señalan que tan solo en el 2017 se registró una movilización de 44,732,418 usuarios; en lo que va del 2018, al mes de octubre se ha tenido una movilización de 39,360,419 personas. Números con los cuales este aeródromo se convierte en uno de los más importantes del mundo y el principal de América Latina. Por lo tanto, no se pueden paralizar por ningún motivo las operaciones aéreas por un fenómeno que no está ampliamente aceptado y menos reconocido, como son los ovnis, pero que sí les han puesto los nervios de punta, porque ellos se han dado cuenta de que es un fenómeno auténtico.
Con estos datos se demuestra la importancia que tiene que las autoridades federales se involucren en el estudio e investigación del tema ovni, ya que en cualquier instante pueden verse afectadas las operaciones aéreas.

¿Qué se puede hacer? Se lo preguntamos al técnico en aviación, Alfonso Salazar, quien nos afirmó que no es importante que las autoridades hagan algún pronunciamiento al respecto, “ya que si una aeronave se encuentra con un objeto anómalo a una cierta altitud y es reportado a torre de control o a las autoridades competentes, ellos no harán nada, ya que en México no hay los recursos suficientes para sacar un avión de la Fuerza Aérea para que persiga a esos objetos extraños, y si llegara a suceder este escenario, qué buscarán, dónde lo harán, y para ese momento quizá el ovni ya se encuentre muy lejos del avión que lo reportó“. Entonces ¿De qué manera las autoridades gubernamentales deben de involucrarse a esta investigación? De entrada, quizá, no negando los incidentes.

EL CONTEXTO HISTÓRICO
A lo largo de su historia, el Aeropuerto Internacional de la capital mexicana ha sido escenario de diversos incidentes con objetos principalmente esféricos, que se encontrarían sobre las pistas, según nos han informado, lo que desde luego, no permitiría el aterrizaje o el despegue de aviones. También se habla de objetos que merodean en sus inmediaciones, como sucedió y quedó registrado en documentos desclasificados por la página del Proyecto Libro Azul www.theblackvault.com que logramos descargar antes de que fuera censurado por organismos civiles de los Estados Unidos relacionados con militares retirados que argumentaron tener los derechos de autor de ese material.

Documentos donde se menciona un caso poco conocido por los investigadores mexicanos. Se refiere que el 13 de diciembre de 1957 de las 09:35 a las 09:55 de la mañana, entre 15 a 20 objetos con forma de disco fueron avistados sobre el aeropuerto desde la colonia Anáhuac en la actual alcaldía de Miguel Hidalgo de la Ciudad de México. La distancia entre esa colonia y el aeropuerto es de 17 kilómetros en línea recta, lo que implica que estos objetos tenían un tamaño considerable para ser vistos desde esa distancia. Ovnis que presentaron diversos colores fluorescentes, que eran muy luminosos, que se movían intensamente y realizaban formaciones entre ellos. E, inclusive, se afirmó que se ponían unos sobre otros, un avistamiento registrado ante un cielo despejado.
En el documento: Colonia Anáhuac – México, conformado por siete hojas que incluyen el sobre postal, los dibujos del testigo de los platos voladores, así como las formaciones que realizaron en el cielo y el cuestionario llenado a mano con los pormenores del incidente.

Esta carta fue enviada por correo a las oficinas del Pentágono en Washington, donde vemos que la dirección, así como el nombre del remitente, están en negro, característica principal de los documentos desclasificados por la Unión Americana, que fue contestada por el capitán de la Fuerza Aérea Norteamericana, Robert E. O´Connor el 15 de enero de 1958 confirmando que no tenían ningún reporte de algo inusual en esa fecha y hora en las pantallas del radar de la capital de México, así como que no había reportes de operaciones de alguna aeronave militar sobre la zona.
Nos damos cuenta, por tanto, de la importancia que tiene conocer estos incidentes para informarle a la nueva administración del presidente Andrés Manuel López Obrador que se tiene que dar seguimiento muy puntual a los casos Ovnis que constantemente se registran en la República Mexicana y darle una explicación.