La supuesta sangre de san Jenaro vuelve a pasar de estado sólido a líquido fuera de las fechas habituales en las que se produce el milagro.
Lourdes Gómez – @Lourdesgm13 – Según han publicado medios como Gadium Press, la sangre de san Jenaro habría vuelto a producir un milagro de licuefacción recientemente. Al parecer, ocurrió durante la visita a Nápoles de Sviatoslav Shevchuk, arzobispo de la Iglesia católica griega ucraniana.
Shevchuk sostenía el relicario con la sangre entre sus manos cuando, autoridades eclesiásticas, habrían comunicado a los presentes en el templo: “Tenemos que anunciarles un mensaje importante. La sangre de san Jenaro se hizo líquida en las manos de su beatitud Sviatoslav”.
Fue el pasado 18 de noviembre, según informa RISU -Servicio de Información Religiosa de Ucrania-. Ante la licuefacción de la supuesta sangre del santo, se dispusieron a bendecir a los fieles con la reliquia en procesión litúrgica por la catedral. Cabe destacar que, según la tradición, el conocido como milagro de san Jenaro se produce cada 19 de septiembre en la catedral de Nápoles, donde se venera la reliquia. La fecha coincide con el día de este santo que, según la tradición, murió martirizado -decapitado, más en concreto- en el siglo IV. La leyenda asegura que los cristianos de Nápoles recogieron su sangre seca del suelo y la guardaron en un recipiente. Muchos piensan que la sangre de san Jenaro es, efectivamente, la que se conserva en la ampolla custodiada en la catedral de Nápoles. Se asegura que el contenido sólido se transforma en líquido cada 19 de septiembre, 16 de diciembre (se celebra que es patrono de Nápoles) y el sábado anterior al primer domingo de mayo (fiesta del traslado del santo).
La licuefacción de la sangre de san Jenaro fue documentada por primera vez en 1389, cuando un viajero escribió sobre el fenómeno. Pero, ¿Se trata de un milagro real? Existen opiniones dispares al respecto. Hay autores que han señalado, por ejemplo, que la sangre de san Pantaleón (conservada en Madrid y que produce el mismo efecto que la de san Jenaro) podría ser la receta de un alquimista, pues en un libro del siglo XVI que se conserva en el monasterio de El Escorial, Tesoro de los remedios secretos de Evónimo Filiatro, se habla de una sustancia denominada “óleo santo”. Este óleo se elaboraría con sangre humana y una de sus reacciones sería variar en estado dependiendo de las fases de la Luna. Con todo, esta explicación no casaría con la reliquia que nos ocupa ya que, según la tradición, se mantiene intacta a excepción de los días señalados.
Algunos científicos han intentado simular el fenómeno de la sangre de san Jenaro. Consiguieron reproducir, a comienzos de los 90, la licuefacción de la supuesta sangre de este santo en una investigación publicada en Nature. Emplearon gelatinosa para crear la sangre y, para que consiguiera licuarse, usaron cloruro férrico y lo agitaron. Cuando el movimiento cesó, la sustancia se solidificó.
Existe mucha superstición en cuanto a estas piezas, pues la licuefacción no es idéntica todos los años, como se ha demostrado con esta última noticia. Así, para los napolitanos, la falta de licuefacción o que esta se obre con demasiada rapidez, significaría que algo malo va a ocurrir. Ellos sienten que están protegidos por esta reliquia, aunque desconocemos qué interpretación, positiva o negativa, han podido dar a los últimos acontecimientos.
Fuentes y más información: Gadium Press, La Iglesia y sus enigmas, Servicio de Información Religiosa de Ucrania.