Yohanan Díaz Vargas, @yohanandiaz
En redes sociales surge una ola de nostalgia, enojo, frustración por una fecha que nos recuerda como nuestro país, nuestras ciudades, nuestras colonias se estremecieron en dos ocasiones en una misma fecha, pero separadaspor 32 años en el tiempo, algo inédito a nivel mundial que sucedió un “19 de septiembre” el #19S. Fue un movimiento de gran fuerza que provocó la caída de edificios, casas, departamentos, puentes y quizá la perdida de un familiar o un amigo; Pero fue tan fuerte el movimiento que despertó y movilizó a miles de jóvenes que nunca habían vivido algo igual y que sólo escuchaban o leían lo que había sucedido en 1985, pero ahora, ellos fueron parte muy destacada en el 2017 de los esfuerzos por sacar de entre los escombros a las personas atrapadas y que afortunadamente, muchos de ellos, lograron salir. México se unió y las nuevas generaciones nos dieron un ejemplo al ayudar a mover las piedras, los escombros, en hacer llamados a través de su mejor herramienta que manejaban, las redes sociales hacia los lugares en donde se necesitaba la ayuda. Es una fecha fuerte que nos lleva a la reflexión de nunca más menospreciar el esfuerzo y trabajo de nuestros jóvenes.
Pero son estás, las mismas redes sociales que al 2018 difunden el rumor de un nuevo gran terremoto para los siguientes días en México, cuando científicamente no es posible saber cuándo, en dónde y a qué hora se producirá un sismo, lo que si es cierto es que debemos estar preparados ya que vivimos en un país altamente sísmico por lo que no debe de extrañarnos que se presente un movimiento de tierra, pero estamos expuestos a que esto suceda y de cierta manera, los mexicanos hemos aprendido, si se le quiere ver así a convivir con los sismos, por lo que no debemos caer en la paranoia ni en el miedo.
Mejor ubiquemos las rutas de evacuación de nuestra casa, oficina o escuela, hacer caso de la información oficial de Protección Civil que nos ayudará a reaccionar oportunamente y desde luego, a participar en los simulacros que se realizan para saber qué hacer ante un evento de esta naturaleza. No hacer caso de las malas informaciones que al parecer lo único que desean es crear confusión, miedo y zozobra entre nosotros, los sismos científicamente, reitero, no se pueden predecir, pero están trabajando los especialistas de diversas universidades para encontrar el mecanismo o el modelo matemático que nos ayude a saber con horas de anticipación en dónde será el próximo gran sismo.
Fuente: Columna Enigmas, periódico EL GRÁFICO. Domingo 16 de septiembre de 2018.