Hoy miércoles 26 de julio ha tenido lugar en Estados Unidos una audiencia histórica para el fenómeno ovni. En el Capitolio, sede que alberga las cámaras del Congreso de los Estados Unidos, los miembros de la subcomisión de Seguridad Nacional, Frontera y Asuntos Exteriores del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes accedieron a tres testigos de alta calificación que les informaron de sus experiencias con Fenómenos Aéreos Sin Identificar (UAP por sus siglas en inglés). De hecho, uno de los primeros objetivos de este grupo de trabajo es que los ovnis dejen de llamarse ovnis y a partir de ahora solo sean considerados a nivel oficial con la palabra UAP.
El testimonio más espectacular de la audiencia ha llegado de la mano de David Grusch, exagente de Inteligencia de los Estados Unidos que asegura que solo el 5 por ciento de los avistamientos son denunciados de forma oficial porque los miembros del gobierno o del ejército que lo hacen “son brutalmente represaliados administrativamente” y que él mismo ha llegado a sentir que había “puesto su vida en peligro“, en sus propias palabras. Así mismo, Grusch ha afirmado que Estados Unidos tiene “UAP en su poder. Me lo confirmaron 40 testigos a lo largo de 4 años. Sé dónde se encuentran y se lo reporté a las autoridades correspondientes“. Al ser preguntado sobre si se tenía los cuerpos de los pilotos que manejaban esos UAP, David respondió: “como dije públicamente, se halló restos biológicos en algunas recuperaciones. No son restos humanos, y así lo confirmaron personas que trabajaron directamente en el programa y con quienes hablé y que siguen en el programa“. David Grusch señaló que con esos UAP recuperados Estados Unidos habría tratado de realizar ingeniería inversa: “me informaron en el curso de mis deberes oficiales de un programa de ingeniería inversa y recuperación de ovnis de varias décadas, al que se me negó el acceso“, explicó.
En esta audiencia, la tercera de este tipo que Estados Unidos ha celebrado en los últimos años de manera pública, también intervino , expiloto de la Marina, quien aseguró al comienzo de su intervención: “mientras estamos hablando, nuestro cielo está lleno de UAP, cuya existencia no se denuncia lo suficiente. Los avistamientos no son raros, ni aislados. Son la rutina. El estigma de los UAP es real, y plantea un desafío poderoso a la seguridad nacional”. Graves expuso su espectacular avistamiento, que tuvo lugar en el año 2014, cuando a la altura de Virginia Beach, mientras pilotaba un F18, “un cubo gris oscuro o negro dentro de una esfera transparente, se acercó a 15 metros del avión. Calculamos que tenía entre 1,6 y 3 metros de diámetro. Pronto esos encuentros se volvieron tan frecuentes que discutíamos el riesgo de encontrarnos con UAP como parte de la preparación al vuelo”, en palabras del testigo. Ryan Graves ha pedido en el Capitolio que los pilotos, tanto civiles como militares, puedan denunciar sus avistamientos sin temor a las represalias.
Por su parte, el comandante retirado de la Marina David Fravor habló de su encuentro con UAP en San Diego en el año 2004. Estaba realizando unas maniobras de entrenamiento de Strike Fighter cuando un controlador les informó de que debía suspenderse la misión de inmediato, a causa de unos objetos que se estaban presentando desde hacía dos semanas, objetos que eran capaces de pasar de los 80.000 a los 20.000 pies a una velocidad increíble y que permanecían estáticos durante horas. El propio Fravor aseguró haber visto “un objeto blanco que se movía muy abruptamente sobre el agua, como una pelota de ping-pong. No soy un fanático de los ovnis, pero les diré que lo que vi durante un período de cinco minutos es algo que nunca, antes o después, he visto. Era una tecnología increíble”, añadiendo, además, que aquel avistamiento le hizo darse cuenta de que esa tecnología no está “al alcance de ningún país sobre la faz de la Tierra”.
El propósito de esta audiencia es intentar que el Pentágono haga pública la información clasificada sobre este fenómeno que se supone están ocultando a la opinión pública. En palabras de Glenn Grothman, presidente del subcomité, desean “acabar con las salvajes especulaciones sobre la naturaleza de los ovnis, que no benefician a nadie“.
Desde el año 2017, Estados Unidos ha llevado a cabo acciones -como liberación de información, audiencias públicas, creación de facciones del ejército especializadas en el espacio, colaboración con el sector privado para analizar supuestos restos de ovnis, publicación de videos oficiales o patentes de aeronaves que presentan tecnología similar a los UAP- que parecen demostrar que desean iniciar una etapa de apertura sobre el tema tras décadas de silencio y ocultación. Hay expertos que consideran que se trata de una estrategia que busca destinar mayor presupuesto a la defensa y la militarización del país, creando en la sociedad el miedo a la tecnología superior que presentan estos objetos. También hay quien piensa que estas declaraciones oficiales son solo la punta del iceberg, que nunca saldrá a la luz la información clasificada al completo y que buscan con estas noticias desviar la atención de la sociedad hacia el fenómeno, para que no se preste atención a otros asuntos que al gobierno del país no le interesa. Por último, también existe la posibilidad -según los más conspiranoicos- de que Estados Unidos sepa desde hace décadas que no estamos solos y que esté preparando poco a poco a la sociedad para la gran noticia.