El misterio del Padre Pío llega a México con Cinemex

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El documental “El Misterio del Padre Pío” se estrena mañana en 70 salas de todo México a través de la cadena Cinemex.

Redacción – @insolitaexpe – “El Misterio del Padre Pío” llega mañana a México. En 70 salas de Cinemex podrá verse este documental dirigido por el periodista español José María Zavala, quien ha confesado que el Padre Pío es el responsable de su conversión religiosa.

El padre Pío –como ya anunciamos en una entrada anterior– es el protagonista de este documental en el que se van sucediendo declaraciones que reflejan su vida cotidiana, sus supuestas capacidades de índole paranormal -como el don de la bilocación o los estigmas- y las tramas e intrigas que rodearon su vida. Aunque se ha promocionado dicho documental como una investigación sobre los prodigios del santo, hay que tener en cuenta que el término “investigación” conlleva mantenerse ajeno a la postura de defensores o detractores y, también, mucha prudencia; sin embargo, esta cinta se ha vendido como “la verdad” definitiva sobre el asunto, considerando al padre Pío “uno de los más grandes santos de la Historia”.

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El padre Pío pertenecía a la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos. Según cuentan, su primera bilocación tuvo lugar el 25 de enero de 1904. Hablamos de la supuesta capacidad de estar en dos sitios a la vez. Aquel día, según la tradición, Pío estaba cursando sus estudios en el convento de Sant’Elía y, al mismo tiempo, asistiendo al nacimiento de una niña que, con el paso de los años, se convertiría en una de sus hijas espirituales.

En 1910 fue consagrado sacerdote pero, debido, principalmente, a su salud frágil y enfermiza, permaneció junto a su familia hasta 1916. Precisamente, en esta época afirman que habrían surgido los primeros estigmas. Recordemos que el fenómeno de los estigmas nace con San Francisco de Asís, en una época en la que comienzan a representarse en templos e iglesias crucifixiones con gran profusión de detalles sangrientos. Los estigmas son heridas, supuestamente espontáneas, que aparecen en manos, pies y costado, especialmente. En algunos estigmatizados se mantienen durante mucho tiempo y en otros casos se dan días específicos de la semana o del santoral cristiano. Los médicos piensan que puede tratarse de un fenómeno de carácter psicosomático, provocado inconscientemente por la mente del estigmatizado, por su fervorosa fe y misticismo. En otros casos, se trata de fraudes.

Según parece, el padre Pío habría sentido el dolor de los estigmas desde 1911, pero no se manifestaron hasta 1916; a partir de ahí, le acompañaron durante cincuenta años. En toda la Europa del siglo XX se tuvo noticia de este fenómeno y eran cientos las personas que se desplazaban hasta el convento de San Giovanni Rotondo (Foggia, Italia) para conocer al padre Pío, quien permaneció en este enclave desde 1916 hasta su muerte, en 1968. Aunque era muy celoso de mostrar estas marcas, poco tiempo antes de morir estaba sometido a un control médico que le impedía dicha privaciones; fue entonces cuando afirman que los estigmas cicatrizaron; en concreto, se asegura que habría ocurrido durante la celebración de su última eucaristía.

El Vaticano envió a investigar al sacerdote Agostino Gemelli, médico y franciscano, quien aseguró que los estigmas del padre Pío tenían un origen neurótico. En la misma línea, la Iglesia condenó el fenómeno y prohibió las visitas al monje capuchino, a pesar de que tenía muchos seguidores. Además, el padre Pío había promovido la fundación de algunos hospitales y comenzaron a surgir rumores de apropiación indebida de fondos. En esta ocasión, la Iglesia tampoco le ofreció su apoyo y le prohibió administrar dichos bienes y a sus adeptos les instaron a dejar de asistir a las misas que celebraba.

Entre las capacidades paranormales que se le han atribuido al padre Pío están: conocer el pensamiento de aquellos a los que confesaba y hacerlo en el idioma materno de cada fiel (xenoglosia, esto es, hablar lenguas que no se han estudiado), curaciones milagrosas, fiebre mística (temperatura corporal muy superior a la de una persona sana en condiciones normales), estigmas, bilocaciones, cuerpo incorrupto tras la muerte y olor de santidad (olor inexplicable a rosas u otro tipo de flores, olor agradable).

En cuanto a este último fenómeno, en el caso del padre Pío se habla de su manifestación tanto en vida como después de muerto. En concreto, muchas personas aseguraron haber percibido “un olor suave” alrededor de su tumba. Aunque la Iglesia suele considerar este fenómeno como signo de santidad, existen otro tipo de explicaciones. Los científicos aseguran que ciertas afecciones del sistema nervioso provocan una modificación del olor corporal. En palabras de la investigadora Isabella Herranz, autora del libro Magos, médiums y santos, estos cambios de olor también se producirían “durante los ataques de histeria o en el delirium tremens, cuyos afectados despiden olores a piña o a violetas. También los órganos internos del cuerpo despiden olores característicos en ciertas enfermedades (…). En el caso de los exquisitos aromas exhalados por el capuchino italiano padre Pío, por ejemplo, algunos médicos como Georges Duma han señalado que podían deberse a la utilización que hacía el monje de una solución concentrada de ácido fénico para mantener a raya las hemorragias de sus estigmas, pero la explicación no es tan sencilla ya que el fenómeno de fragancias inexplicables en este religioso iba mucho más allá de sus estigmas: también proyectaba fragancias a distancia”.

Con todo, y a pesar de que muchos expertos consideran que este fenómeno tendría tanto un factor orgánico como psíquico (como en el caso del aspecto psicosomático que podría provocar los estigmas), también hay quien ha apuntado al fraude. De hecho, desde el seno de la Iglesia hubo quienes dijeron que el padre Pío falsificaba el olor de santidad con agua de colonia y los estigmas con ácido nítrico. Es oportuno señalar que aunque papas como Pío XII apoyaron al capuchino, otros como Juan XXIII condenaron sus fenómenos y pensaban que todo se trataba de un engaño.

Finalmente se le certificaron varios milagros, a nivel eclesiástico. Así, el 2 de mayo de 1999 fue beatificado y el 16 de junio de 2002 canonizado por Juan Pablo II. Hoy día tiene tantos seguidores como los tenía el día de su muerte, el 23 de septiembre de 1968. Miles de personas pasaron durante cuatro días por su capilla ardiente, tiempo en el que, según los presentes, no se produjo ningún síntoma de putrefacción en el cadáver.

Fuentes y más información: Insólita Experiencia; La Iglesia y sus enigmas; El misterio del Padre Pío; Isabela Herranz; ACIPrensa.

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