Advierten que comer placenta humana provoca riesgos en madre e hijo y que no hay evidencia científica de sus beneficios.
Redacción – @insolitaexpe – Canadá es el último de los muchos países que alertan del peligro que supone la moda de comer placenta humana. A través de su ministerio de sanidad, el país norteamericano advierte de que comer este elemento, tanto crudo, cocinado, en batidos como a través de cápsulas, supone un riesgo para madres y bebés, además de que, según explican, no existe evidencia científica de sus beneficios.
Entre los riesgos más graves para la salud, estarían la transmisión de bacterias o el contagio de virus como la hepatitis o el VIH. Hay que tener en cuenta que lo de comer placenta se ha convertido en algo popular en diversos países. Muchas personas aseguran que la placentofagia -esto es, comer placenta humana- alivia la depresión posparto, aumenta la producción de leche materna y la energía de la madre. Sostienen que la práctica es común en muchos mamíferos y famosos como Kim Kardashian o Tom Cruise reconocen haberla practicado.
Es más, existen recetarios de placenta humana y diversas páginas web que recomiendan la ingesta o que, incluso, ofrecen consejos sobre cómo crear cápsulas con este elemento. Ante la magnitud de esta moda, Canadá advierte de que no va a autorizar ningún producto que la contenga. Explican que, en este país, las madres pueden solicitar que les entreguen la placenta pero deben comprometerse por escrito a tomar medidas que reduzcan los riesgos sanitarios como, por ejemplo, que no se venda a terceros.
La comunidad científica afirma que los supuestos beneficios son un efecto placebo y que no existen estudios que hayan probado, con rigor metodológico, que comer placenta humana sea bueno para la salud de la mujer que acaba de dar a luz.
Fuentes y más información: El País. ADN Chile.